Muy vinculada a la campiña de Berry, donde pasó su infancia, George Sand modernizó su residencia adaptándola a las evoluciones técnicas del siglo XIX en medio de un territorio aislado y alejado de todo contacto con la modernidad.
Esta casa en Nohant fue un marco vital esencial para la escritora. A lo largo de su vida, recibió aquí a sus seres queridos, sus hijos, sus amigos de Berry o de París, algunos de los cuales eran ya artistas consagrados: Franz Liszt, Honoré de Balzac, Eugène Delacroix, Pauline Viardot, Théophile Gautier, Gustave Flaubert…
También en Nohant se instaló regularmente Frédéric Chopin, compositor emblemático del siglo y compañero de George Sand durante nueve años. Aquí compuso una parte fundamental de su obra, tal vez la más lograda.
Esta residencia fue por último el lugar de producción literaria de George Sand. Autora prolífica, dedicó gran parte de su obra a la lucha social y defendió durante toda su vida los valores republicanos. George Sand se implicó activamente en el intento de instauración de un gobierno democrático en 1848.
Mujer excepcional, George Sand convirtió la casa de su infancia en un lugar familiar y de intensa estimulación artística.